Un año indie que dejó huella en PlayStation
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El 2025 fue un año especialmente fuerte para la escena independiente dentro del ecosistema PlayStation. Los equipos de PlayStation Indies destacaron diez títulos que, por distintos motivos, lograron sorprenderlos, emocionarlos y hasta hacerlos reír. Lejos de seguir fórmulas rígidas, estos juegos demostraron que la creatividad sigue siendo el motor principal del desarrollo indie, con propuestas que van desde la comedia física más absurda hasta experiencias contemplativas y RPGs ambiciosos con identidad propia.
Baby Steps, el arte de caerse para adelante
Desarrollado por Gabe Cuzzillo, Maxi Boch y Bennett Foddy, Baby Steps es una aventura basada en físicas tan incómodas como encantadoras. Cada paso es un desafío, y ahí está su magia: el caos, la torpeza y el humor emergen de manera natural. Es uno de esos juegos imposibles de explicar del todo, pero inolvidables una vez que se sienten en el control.
Ball X Pit y el caos arcade moderno
Con estética neón y espíritu arcade, Ball X Pit propone acción frenética y adictiva. Kenny Sun logra una experiencia simple en concepto pero tremendamente absorbente, de esas que “un rato más” se transforman fácilmente en horas sin darse cuenta.
Blue Prince y el misterio compartido
Uno de los indies más comentados del año fue Blue Prince, un juego de acertijos surrealista donde las habitaciones cambian y las reglas nunca terminan de asentarse. Aunque es una experiencia single player, logró algo poco común: generar debate, teorías y descubrimientos colectivos entre amigos y compañeros, casi como un secreto compartido.
Clair Obscur: Expedition 33, el indie que piensa en grande
Clair Obscur: Expedition 33 fue una de las sorpresas más ambiciosas del año. Con una dirección artística impactante, un combate que mezcla estrategia y espectáculo, y una banda sonora memorable, Sandfall Interactive entregó un RPG que no esconde sus influencias, pero las transforma en algo propio y profundamente emocional.
Despelote, memoria y fútbol desde lo cotidiano
Ambientado en el Quito de principios de los 2000, Despelote captura un momento histórico desde lo íntimo. Lejos del fútbol espectáculo, se centra en la vida de barrio, los recuerdos de la infancia y la identidad cultural, con un tono cálido y humano que lo vuelve único.
Dispatch y la oficina menos heroica del mundo
En Dispatch no sos el superhéroe, sino quien los coordina. Con humor, personajes carismáticos y mecánicas que combinan narrativa y gestión, el juego logra destacarse dentro de un género saturado, apostando por lo humano detrás de los trajes.
Silksong, una espera que valió la pena
La llegada de Hollow Knight: Silksong reafirmó por qué Team Cherry es referencia absoluta en el metroidvania moderno. Movimiento preciso, combate refinado y un mundo inquietante que invita a perderse durante horas.
Lumines Arise y la sinestesia perfecta
Enhance volvió a demostrar su maestría con Lumines Arise, una experiencia donde música, visuales y ritmo se alinean para generar ese estado casi hipnótico que define a sus mejores trabajos.
Pipistrello y el poder de un yoyo
Pipistrello and the Cursed Yo-Yo toma una mecánica simple y la explota con creatividad, ofreciendo movimiento fluido, combate dinámico y mucha personalidad desde el primer minuto.
Sword of the Sea, calma y movimiento
Cerrando la lista, Sword of the Sea se presenta como una experiencia serena y envolvente. Con el sello artístico de Giant Squid, el juego apuesta por la exploración, la atmósfera y una conexión sensorial potenciada por el DualSense.
Un cierre con menciones destacadas
Además de estos diez títulos, PlayStation Indies también destacó otros juegos como Citizen Sleeper 2, Demonschool, The Alters o Wanderstop, confirmando que el 2025 fue apenas una muestra del enorme talento creativo que sigue impulsando al mundo indie.
