Una licencia nippona que se sigue trabajando con dedicación y respeto.

Introducción y contexto

Silent Hill f marca el regreso de la icónica saga de terror psicológico con una entrega completamente nueva. Desarrollado por NeoBards Entertainment y publicado por Konami, el juego se lanza el 25 de septiembre de 2025 en PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC, tras unos cuantos años de espera y especulaciones. Desde CDF Gaming tuvimos el honor de probarlo con anticipación para traerles, amigos y amigas, una nota con nuestra impronta.

Pero claro, lo primero que llama la atención es el cambio de escenario: en lugar de la clásica Silent Hill estadounidense, esta vez la acción transcurre en Ebisugaoka, un pueblo ficticio del Japón rural de los años 60. A cargo del guion está Ryukishi07, autor de Higurashi When They Cry, conocido por su capacidad de construir relatos inquietantes y psicológicamente densos. La música corre por cuenta de Akira Yamaoka, quien vuelve a imprimirle su sello sonoro inconfundible.

Historia

La protagonista es Hinako Shimizu, una estudiante de secundaria atrapada en un entorno donde lo sobrenatural se entrelaza con los horrores más íntimos y sociales. Su pueblo queda cubierto por una niebla siniestra que distorsiona la realidad y desata traumas familiares, secretos silenciados y violencia reprimida.

La narrativa no esquiva temas delicados como el bullying, la discriminación, la violencia doméstica y los abusos de poder, lo que le da un trasfondo mucho más perturbador que la mayoría de los survival horror. A medida que se avanza, el juego propone múltiples finales según decisiones y descubrimientos, reforzando la idea de que no hay una única verdad en esta pesadilla.

Gameplay

El apartado jugable apuesta por un combate cuerpo a cuerpo crudo y pesado. No hay armas de fuego, sino improvisadas: tuberías, lanzas, cuchillos y objetos cotidianos. Cada enfrentamiento transmite tensión, porque los errores se pagan caro y los recursos son limitados.

Un punto interesante es el sistema de sacrificio: ciertos objetos curativos pueden ofrecerse en altares para conseguir mejoras permanentes o amuletos protectores, obligando a elegir entre sobrevivir ahora o fortalecerse para más adelante.

Los puzzles mantienen el espíritu clásico de Silent Hill: no solo sirven para avanzar, sino también para revelar fragmentos de la historia y profundizar la conexión entre Hinako y el pueblo. La exploración se siente variada, con escuelas abandonadas, templos antiguos y campos rurales en ruinas, cada uno con personalidad propia.

Hay algunos problemas de ritmo, especialmente por la gestión de stamina que limita el movimiento en momentos clave, y por pasajes en los que la confusión entre lo real y lo sobrenatural puede cortar la fluidez de la exploración.

Gráficos y sonido

El juego aprovecha Unreal Engine 5 para ofrecer escenarios impactantes, donde la belleza natural del Japón rural convive con la putrefacción y el horror grotesco. La niebla, las texturas y los diseños de los monstruos generan una atmósfera única, perturbadora y estéticamente atrapante.

El apartado sonoro es sobresaliente. Akira Yamaoka regresa con una banda sonora que mezcla el estilo clásico de la saga con instrumentos japoneses y coros inquietantes. Cada sonido ambiental, desde un piso de madera crujiendo hasta un susurro apenas audible, potencia la inmersión y contribuye a mantener al jugador en estado de alerta constante.

Dificultad y duración

Una partida principal ronda las 12 a 13 horas, pero los diferentes finales, secretos y detalles ocultos ofrecen incentivos para rejugarlo. No es un título fácil: los enemigos son agresivos, los recursos escasean y el combate requiere precisión. Sin embargo, las mejoras y atajos ayudan a que la experiencia nunca sea injusta.

La dificultad radica más en la tensión psicológica que en el castigo extremo, logrando un equilibrio que transmite desesperación sin caer en la frustración total.

Conclusión de CDF Gaming

Silent Hill f es un regreso triunfal para la franquicia. Consigue modernizar la fórmula sin perder su esencia, apoyándose en una narrativa perturbadora, un combate intenso y una atmósfera audiovisual de primer nivel. La ambientación japonesa de los años 60 le da un aire fresco y original que lo diferencia de cualquier entrega anterior.

No es un juego perfecto: ciertos combates se vuelven repetitivos y la gestión de stamina puede entorpecer. Pero en conjunto, la experiencia es potente, emocional y perturbadora, con momentos que se graban en la memoria como lo mejor que Silent Hill ha ofrecido en años.

Es un proyecto que no solo asusta, sino que incomoda y obliga a reflexionar, y eso es lo que define al verdadero horror psicológico. Nos encantó.

Nota del redactor

9/10.

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