Call of Duty: Black Ops 7 | Impresiones de la Beta

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Regreso a la oscuridad con estilo.

La saga Black Ops siempre tuvo una identidad fuerte dentro del universo Call of Duty: una mezcla entre lo táctico, lo experimental y lo completamente frenético. La Beta de Call of Duty: Black Ops 7, disponible del 2 al 8 de octubre, confirma que Treyarch y Raven no solo apuntan a mantener esa esencia, sino también a llevarla a un nuevo nivel. Con acceso anticipado para quienes reservaron el juego o cuentan con Game Pass, esta versión preliminar sirvió para probar las nuevas mecánicas de movimiento, las armas y el rediseño del combate que promete marcar la diferencia en el lanzamiento del 14 de noviembre.

Omnimovimiento: una revolución controlada

El primer impacto llega apenas pisás el campo de entrenamiento The Forge, donde el nuevo sistema de “Omnimovimiento” muestra su potencial. Este rediseño permite desplazarte, deslizarte, girar y apuntar desde ángulos imposibles, con una fluidez que se siente natural luego de un par de partidas. La sensación es más cercana a un shooter táctico futurista que a un arcade militar clásico. Al principio cuesta dominarlo, pero cuando encadenás un salto con disparo lateral y rematás con un deslizamiento tras cobertura, entendés la visión de Treyarch: máxima movilidad sin sacrificar precisión.

Los mapas: pequeños laboratorios de caos

Durante este acceso anticipado, los mapas Cortex, Exposure, Imprint y The Forge ofrecieron variedad de ambientes y verticalidad. The Forge, con su estética industrial y pasillos de acero, es ideal para medir la nueva movilidad. Exposure, por su parte, se convirtió rápidamente en el favorito de la comunidad: un laboratorio de investigación con secciones abiertas y espacios cerrados donde el ritmo no da respiro. A nivel diseño, se nota una vuelta a la filosofía de tres carriles clásica, pero con elementos dinámicos que abren nuevas rutas.

En la Beta Abierta se sumarán Blackheart y Toshin, lo que promete más variedad visual y estratégica. Cada mapa tiene un tono más cinematográfico, con iluminación reactiva y detalles que aportan inmersión, como polvo suspendido, reflejos y efectos de partículas que no saturan, pero sí elevan la atmósfera.

Modos y ritmo de juego

Los modos tradicionales —Team Deathmatch, Domination, Hardpoint y Kill Confirmed— mantienen la intensidad esperada, aunque Overload se robó buena parte de las miradas. Este nuevo modo mezcla objetivos dinámicos con un ritmo constante de rotación, lo que obliga a adaptarse y moverse sin parar. Por otro lado, el modo Zombies: Survival, ambientado en Vandorn Farm, ofrece una versión más contenida, casi de entrenamiento, pero que deja entrever la escala que tendrá el modo completo en noviembre.

El ritmo general del multijugador es más rápido que el de Modern Warfare III, pero menos caótico que el de Black Ops Cold War. Hay una sensación de control total sobre cada enfrentamiento, especialmente con las nuevas animaciones de recarga y los movimientos de evasión.

Armas y progresión en la Beta

La selección inicial de armas (16 en total) da una buena muestra del arsenal final. Los rifles de asalto ofrecen un retroceso controlado y sonido contundente, mientras que los subfusiles brillan por su precisión en distancias cortas. Las escopetas, más letales que nunca, parecen diseñadas para aprovechar la movilidad extrema.

El progreso hasta nivel 20 se siente justo: cada desbloqueo aporta algo significativo, sin generar la sensación de “grindeo”. Cuando llegás al nivel 4 y se habilitan las clases personalizadas, la beta realmente despega, permitiéndote experimentar con combinaciones únicas de operadores, armas y ventajas.

Operadores con presencia y personalidad

Los ocho operadores disponibles reflejan el tono oscuro del juego. Cada uno tiene su propio perfil estético y animaciones distintas al ingresar al campo de batalla. No hay habilidades especiales exageradas, pero sí diferencias sutiles en siluetas y voces que pueden marcar la diferencia en un combate cerrado. Este enfoque más sobrio ayuda a mantener el espíritu Black Ops de espionaje y guerra psicológica, alejándose del estilo más caricaturesco que había ganado terreno en otras entregas.

Recompensas y progresión hacia el lanzamiento

La beta ofrece una serie de recompensas cosméticas que se trasladarán al juego completo, un incentivo clásico pero efectivo. Más allá de eso, el verdadero premio está en dominar las nuevas mecánicas antes del lanzamiento. Cada partida permite comparar estadísticas y rendimiento en tiempo real, lo que hace que incluso la fase de prueba tenga ese toque competitivo característico de Call of Duty.

Apartado técnico y rendimiento

Jugando en PC, la beta mostró un rendimiento sólido, con una optimización notable incluso en hardware de gama media. La tasa de cuadros se mantuvo estable y las texturas cargaron sin inconvenientes. El sonido direccional —clave en un título así— está perfectamente calibrado: podés distinguir pasos sobre metal, ecos en pasillos cerrados y el zumbido de proyectiles al pasar cerca. La inmersión sonora es uno de los puntos fuertes de esta versión preliminar.

Una base sólida para lo que viene

Con solo unos días de prueba, Black Ops 7 ya transmite la sensación de un retorno a la forma. Hay frescura, ritmo y una clara intención de innovar sin perder lo que hace único al subuniverso de Black Ops. El Omnimovimiento no es un simple truco visual: redefine cómo se siente moverse y pelear, y eso podría ser el factor que separe a esta entrega del resto de la saga.

Conclusión de CDF Gaming

Las primeras impresiones de la beta de Call of Duty: Black Ops 7 dejan un sabor prometedor. Treyarch y Raven parecen haber encontrado un equilibrio entre nostalgia y evolución, ofreciendo un sistema de movimiento revolucionario, mapas mejor diseñados y un ritmo de combate más táctico pero igual de adrenalínico. Si la versión final logra sostener este nivel de pulido y contenido, podríamos estar ante uno de los Call of Duty más influyentes de los últimos años.

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