Nintendo comienza el 2023 pisando muy fuerte.

Fire Emblem es una serie de videojuegos que se ha enfocado en el género de rol táctico y estratégico desde la época de NES en la década de 1990. Está desarrollada por Intelligent Systems en compañía de la flamante Koei Tecmo y, como más relevante para nosotros, es publicada de forma exclusiva para las consolas de Nintendo. Su juegoteca ya tiene más de 17 títulos en su haber y ha transitado por todas las plataformas de la compañía nipona a lo largo de las generaciones. Los hitos alcanzados en Gamecube y DS son los más remarcables, pero en los últimos años, con el boom de la Switch, hemos tenido más de tres obras dignas para el recuerdo de cualquier gamer. Recientemente hemos disfrutado de Warriors, Three Houses (mi favorito histórico, btw), Three Hopes y hoy tenemos el máximo agrado de analizar Engage, la primicia.

Si caiste en este artículo sin saber absolutamente nada de la franquicia, pero te llama mucho la atención las imágenes o videos que has visto del juego, Engage claramente es un gran puntapié para que te introduzcas de lleno. A lo largo de los años hemos visto que todos los Fire Emblem tienen una base troncal que comparten con todos los lanzamientos, sean consoleros, móviles o meros cortometrajes. Este factor común es la ambientación de sus historia, dado que todas ellas están situadas en una ficción medieval con seres mágicos tradicionales -como dragones- y siempre la narración está orientada hacia la búsqueda de justicia, la protección de la familia, el amor platónico o elevar el honor hacia lo más alto que los estándares de moralidad puedan alcanzar. 

Para este videojuego, quien toma el papel estelar es Alear, un dragón divino que despierta de un sueño milenario y se encuentra con que ha renacido un mal atroz. Desorientado, el actor principal se entera que en este mundo hay muchas naciones y pueblos unidos para desterrar a este demonio de su tierra, pero la fuerza obtenida no es suficiente para salir victoriosos. La única forma de conseguir el objetivo es reuniendo 12 anillos de poder, los cuales contienen la esencia de los héroes de antaño. La realidad es que si bien algunos de estos artefactos están escondidos por los páramos, otros tantos están en la posesión de enemigos, lo que resultará en batallas épicas por la obtención de estos preciados objetos. 

Los Fire Emblem han sido juegos muy largos y en determinadas ocasiones no tiemblan al proclamarse como “difíciles”, dado que los primeros tenían la mecánica de muerte permanente de tu party en caso de que caigan durante la lucha. Engage no es la excepción, pero sí ha aprendido a adaptar su diseño a lo mejor de los últimos lanzamientos, añadiendo así más configuraciones de accesibilidad o puntos de guardado más frecuentes. La duración sigue siendo bastante extensa, aunque podemos garantizar que el tiempo incurrido pasará muy rápido gracias a lo divertido e inmersivo que puede llegar a ser el combate. 

El gameplay es fabuloso, desde el enfrentamiento por turnos en un tablero contra los enemigos, hasta la exploración y tareas secundarias que se ofrecen para descomprimir la tensión contra los colosales jefes. Si ya sos un experto en la saga, la gran novedad viene por una de las dinámicas sumadas en Engage que habla de los poderes compartidos con los emblemas. Explicado en pocas palabras: podrás fusionarte con los queridisimo íconos (Marth, Ike, etc.) y obtener así un poder sobrenatural por una limitada cantidad de turnos. 

Explorar estas majestuosas tierras me ha resultado una experiencia sinigual. Siento que han aprovechado las bases de Three Houses y han mejorado todo los aspectos sociales o alternativos a los combates. En esta ocasión podrás recorrer tu base en la isla de Somniel y realizar labores más citadinos que sirven para aliviar la tensión de la interminable búsqueda implacable de los anillos. Las actividades incluyen minijuegos de pesca, cocina y hasta ejercicios de fuerza que terminaron siendo sorpresivamente adictivos. 

Gráfica y técnicamente Fire Emblem: Engage aprovecha al hardware de Nintendo Switch a la perfección. Algunas de las cinemáticas pecan de extensas, pero lo compensa con un arco narrativo sumamente atrapante. Asimismo, la banda sonora te prepara correctamente ante todas las situaciones y acompaña el mood, tanto de forma activa, como pasiva. 

Desde CDF Gaming hemos disfrutado cada minuto de este proyecto, incluso para algunos miembros de la redacción que no habían tocado jamás un Fire Emblem. Su argumento, el hilo conductor y el buen sabor de boca que deja el apartado táctico y RPG, lo posicionan como uno de los títulos más importantes de los últimos años y lo condicionan como un obligatorio para todos aquellos que dispongan de una Nintendo Switch

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