Una nueva opción en el mundo del gaming portátil.

Con el crecimiento exponencial del mercado de las consolas portátiles enfocadas al gaming de alto rendimiento, Lenovo decidió no quedarse atrás y lanzó la Lenovo Legion Go, una bestia portátil que busca plantarse frente a competidores como la Steam Deck de Valve y la ASUS ROG Ally. Lanzada en noviembre de 2023, esta consola híbrida combina lo mejor del ecosistema PC con la comodidad de una consola portátil, y ya se posiciona como uno de los dispositivos más ambiciosos de su categoría. Disponible con Windows 11, pantalla táctil, controles desmontables y un diseño que recuerda a una mezcla entre una Nintendo Switch y una laptop gamer, Legion Go no pasa desapercibida.

Hardware potente, sin compromisos

La Legion Go viene equipada con un AMD Ryzen Z1 Extreme, un chip pensado específicamente para consolas portátiles, con gráficos integrados RDNA 3. Acompañado por 16 GB de RAM LPDDR5X y opciones de almacenamiento de 512 GB o 1 TB SSD NVMe, esta máquina tiene suficiente poder para correr títulos AAA con un rendimiento sorprendente. Además, se puede expandir el almacenamiento mediante una ranura microSD.

Uno de los diferenciales más notables está en su pantalla de 8.8 pulgadas QHD+ (2560×1600) con tasa de refresco variable entre 60 y 144 Hz, lo que la convierte en la pantalla más grande y de mayor calidad de su categoría. Jugar en este panel no solo se siente fluido, sino que también es un placer visual, incluso en títulos exigentes como Cyberpunk 2077 o Forza Horizon 5.

Controles desmontables al estilo Switch, pero con twist

Siguiendo una línea similar a Nintendo, la Legion Go ofrece controles desmontables, pero con una propuesta única: el modo FPS, que convierte el joystick derecho en un mouse vertical gracias a una pequeña base incluida. Esto apunta directamente al público de shooters competitivos y le da una ventaja frente a otros sistemas que deben conformarse con controles estándar o teclado/mouse externos.

Los controles tienen gatillos analógicos, botones retroiluminados, trackpads y giroscopio, lo que permite una personalización avanzada. La ergonomía es correcta, aunque el tamaño total de la consola puede resultar algo incómodo para quienes tienen manos pequeñas. Aun así, la calidad de construcción se siente sólida y premium, con plásticos robustos y buenos acabados.

Windows 11: libertad y caos

Al correr con Windows 11 de forma nativa, el Legion Go permite instalar cualquier launcher de PC: Steam, Epic Games, Xbox Game Pass, Battle.net y más. Esto es una ventaja enorme frente a otras consolas con sistemas operativos personalizados o limitados. Sin embargo, esto también significa que la experiencia no siempre es tan fluida o «plug and play» como en una consola tradicional.

Los menús de Windows no están del todo optimizados para pantalla táctil ni para controles, por lo que puede ser frustrante navegar por el sistema o configurar juegos sin teclado y mouse. Lenovo incluye su software Legion Space para simplificar el acceso a los juegos y la configuración del sistema, pero aún necesita pulirse para ser realmente intuitivo.

Batería y temperaturas: ¿el talón de Aquiles?

En cuanto a autonomía, la Lenovo Legion Go sufre lo mismo que sus competidores: con configuraciones exigentes, la batería de 49.2 Wh dura entre 1.5 y 3 horas. En juegos livianos o con perfiles de ahorro, puede estirarse un poco más, pero no es un dispositivo para largas sesiones sin cargador a mano. El cargador incluido es de 65W USB-C, lo cual permite una carga relativamente rápida.

A nivel térmico, el dispositivo maneja bien el calor gracias a sus ventiladores internos duales. Aunque pueden ser algo ruidosos bajo carga pesada, nunca alcanza temperaturas alarmantes ni compromete el rendimiento, lo cual es un punto a favor considerando su potencia.

Audio, conectividad y extras

El sistema de sonido estéreo es sorprendentemente bueno para una portátil. Tiene dos parlantes frontales que ofrecen buena claridad y volumen, aunque sin graves profundos. También cuenta con jack de 3.5mm, Wi-Fi 6E, Bluetooth 5.2, y dos puertos USB-C 4.0 compatibles con DisplayPort 1.4 y carga rápida, lo que permite usarlo como mini-PC con monitor, teclado y mouse.

El kickstand trasero es robusto y funcional, permitiendo usar la consola como si fuera una Surface. Esto facilita su uso en modo tabletop, especialmente cuando se usan los controles desacoplados o periféricos externos.

Versatilidad

El verdadero atractivo de la Legion Go está en su versatilidad. Al ser una PC con forma de consola, el abanico de posibilidades es infinito: juegos, emuladores, servicios en la nube, mods, productividad. No hay límites salvo los que imponga Windows. Es ideal para quienes quieren una sola máquina para jugar Elden Ring, probar emuladores de PS2, ver Netflix, y trabajar con Office, todo en un solo dispositivo.

Dificultad y curva de aprendizaje

A diferencia de una consola tradicional, la Legion Go requiere una curva de aprendizaje para sacarle el jugo. Entre las configuraciones de Windows, la optimización de juegos y el manejo de diferentes plataformas, no es un dispositivo para cualquiera. Aquellos que buscan encender y jugar sin vueltas pueden frustrarse al principio. En cambio, quienes disfrutan trastear, personalizar y experimentar, encontrarán una experiencia riquísima.

Conclusión de CDF Gaming

La Lenovo Legion Go es una consola/PC portátil potente, ambiciosa y diferente. Su pantalla de lujo, potencia de sobra y controles únicos la convierten en una de las mejores opciones del mercado para gaming en movimiento, especialmente para quienes ya tienen experiencia con ecosistemas Windows. Sin embargo, no es una consola «para todos»: su tamaño, su precio elevado, la autonomía y la necesidad de ajustes constantes pueden desalentar a quienes buscan algo más simple. Aun así, si buscás libertad total y potencia en la palma de la mano, la Legion Go es una apuesta fuerte y muy atractiva.

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