Pacific Drive: Whispers in the Woods | DLC | REVIEW

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El regreso a la Zona.

Ironwood Studios vuelve a ponernos tras el volante en Whispers in the Woods, la primera gran expansión de Pacific Drive, ese singular survival de conducción que desde su lanzamiento logró destacarse por su atmósfera inquietante y su mecánica única: sobrevivir a un mundo hostil sin bajarse del auto. Esta expansión, disponible para PC y PlayStation 5, nos invita nuevamente a la Zona de Exclusión Olímpica, pero esta vez con un enfoque más oscuro, casi ritualista, donde el misterio se transforma en un delirio. Desde CDF Gaming dimos una repasada completa y acá te damos los detalles.

Una historia paralela de obsesión y fanatismo

La narrativa de Whispers in the Woods se desarrolla después de las primeras horas del juego base, aunque también puede experimentarse en una partida nueva. Esta vez, el foco está en un grupo de fanáticos que han encontrado en las anomalías una especie de religión. Lo que en el juego original eran fenómenos a temer o estudiar, aquí son venerados, y el jugador debe descifrar hasta qué punto esa devoción encierra un peligro mayor.

A lo largo de entre 8 y 12 horas de historia, el DLC introduce nuevos personajes, grabaciones de voz y una narrativa secundaria que amplía el trasfondo de la Zona. Las conversaciones y documentos refuerzan esa sensación de comunidad distorsionada por el aislamiento, un tema recurrente que Pacific Drive sabe explorar con elegancia.

Un nuevo territorio: los bosques susurrantes

La principal novedad de la expansión es la nueva región de los Bosques Susurrantes, un entorno que mezcla belleza natural con una atmósfera de inquietud constante. Árboles marcados con símbolos extraños, estructuras rituales improvisadas y figuras imposibles que se desvanecen al mirar dos veces componen una de las ambientaciones más logradas del estudio hasta ahora.

El diseño de niveles potencia la exploración: nuevos tipos de cruces, rutas alternativas y recursos exclusivos hacen que cada incursión sea distinta. El peligro no proviene solo de las anomalías, sino también del propio entorno, que parece “observar” al jugador con cierta intención. Es un ejemplo perfecto de cómo Ironwood logra generar tensión sin necesidad de jumpscares ni enemigos directos.

El sistema de artefactos: poder con consecuencias

Uno de los pilares de este DLC es la introducción de los artefactos, objetos misteriosos que alteran tanto el mundo como la camioneta. Al equiparlos, el jugador puede obtener ventajas como regeneración de energía, detección de materiales raros o resistencia a anomalías, pero a un costo: efectos secundarios imprevisibles que cambian las reglas del juego.

Estos artefactos son un acierto absoluto, ya que suman una capa estratégica al loop central de conducción y supervivencia. Cada partida se vuelve una apuesta: ¿vale la pena usar un artefacto que te da poder, sabiendo que podría también atraer a más anomalías o dañar tu vehículo? Esa tensión constante entre riesgo y recompensa encaja perfectamente con el ADN de Pacific Drive.

Personalización y mejoras para tu vehículo

El garaje, que en el juego base ya funcionaba como refugio y taller, se amplía con nuevas piezas, accesorios y modificadores de ruta. Ahora se pueden instalar diseños inspirados en el culto que domina la historia, con decoraciones inquietantes que refuerzan la inmersión. También hay nuevos accesorios para el garaje y un par de funciones extra que ayudan en la gestión de recursos.

Aunque no revoluciona la jugabilidad, este contenido adicional aporta una sensación tangible de progreso. Armar tu camioneta con partes decoradas con símbolos esotéricos mientras afuera la tormenta distorsiona la realidad genera un contraste delicioso: tecnología improvisada al servicio de la supervivencia frente a lo inexplicable.

Audio y ambientación: el alma del viaje

La música de Wilbert Roget II vuelve a brillar, esta vez con una banda sonora más introspectiva y melancólica. Hay temas ambientales que combinan percusión tribal con sintetizadores, reforzando la idea de un bosque que “respira”. El diseño de sonido sigue siendo una joya: el crujir del metal, los murmullos distantes y el susurro del viento entre los árboles crean una experiencia sensorial que pocas veces logra un título indie.

El apartado visual también recibe pequeñas mejoras, especialmente en iluminación y densidad del follaje. Los rayos de luz filtrándose entre ramas deformadas por las anomalías son una postal inquietante, y aunque el rendimiento puede resentirse en algunas zonas más cargadas, el resultado general es sobresaliente.

Una expansión que entiende su propio universo

Whispers in the Woods no busca reinventar Pacific Drive, sino profundizar su tono y ampliar su mitología. Es un contenido que respeta el ritmo pausado y reflexivo del original, pero introduce suficientes novedades jugables y narrativas para justificar plenamente su existencia.

Los fans del juego base encontrarán aquí más de lo que aman: misterio, exploración tensa y esa sensación única de “viaje solitario en lo desconocido”. Y para quienes no lo jugaron aún, este DLC es una excusa ideal para arrancar de cero y sumergirse en uno de los títulos más originales del panorama indie reciente.

Conclusión de CDF Gaming

Whispers in the Woods es una expansión brillante, densa en atmósfera y generosa en contenido. Ironwood Studios demuestra que su universo tiene mucho más para ofrecer, y que cada kilómetro recorrido en la Zona sigue siendo una aventura tan peligrosa como fascinante.

Nota del redactor

9/10

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