¿Shadow PAC-MAN?

“Shadow Labyrinth” es la transformación más oscura y atrevida que ha tenido Pac‑Man en sus 45 años de historia. Desarrollado por Bandai Namco Studios y lanzado el 18 de julio de 2025 para Nintendo Switch (con soporte para Switch 1 y 2), PS5, Xbox Series X|S y PC, este título deja atrás los colores vibrantes de los arcades para sumergirse en un metroidvania cargado de melancolía y tensión. Inspirado en el episodio “Circle” de la antología animada Secret Level, la historia propone un mundo devastado por IA hostiles y criaturas biomecánicas, donde el clásico comecocos se reimagina como un dron aliado que guía a un espadachín en una cruzada desesperada por sobrevivir.

Historia

La narrativa se despliega lentamente, entre registros de texto, diálogos crípticos y la exploración de ruinas alienígenas. Controlamos al Espadachín Nº 8, acompañado por Puck, un dron con forma de Pac‑Man que absorbe los restos de los enemigos caídos. Juntos recorren un planeta destruido por una fuerza desconocida, enfrentando a los G.HOSTs, enormes jefes mecánicos que marcan los puntos clave de la historia. La ambientación es opresiva, llena de biomas que alternan entre cuevas tecnológicas, bosques oscuros y torres en ruinas. Todo está acompañado por una banda sonora minimalista, con piano y sintetizadores que transmiten soledad y misterio.

Gamplay

En esencia, Shadow Labyrinth es un metroidvania de desplazamiento lateral con exploración no lineal, backtracking constante y múltiples secretos. El Espadachín Nº 8 combate con una espada, puede esquivar ataques y usa una barra ESP que combina resistencia y poder especial. A medida que avanzamos, desbloqueamos habilidades y mejoramos el equipamiento usando orbes amarillos que dejan los enemigos. Puck no solo funciona como compañero narrativo: también absorbe energía y cuerpos para activar mejoras y ataques de área. En algunos momentos clave, ambos se fusionan en GAIA, un mech gigante que habilita combates más espectaculares.

El juego también incluye secciones de plataformas con ganchos, doble salto y segmentos sobre rieles, pero aquí aparecen los problemas: la precisión no es su punto fuerte y varios saltos pueden volverse frustrantes. Además, hay niveles especiales que homenajean al Pac‑Man clásico, con laberintos y fantasmas, pero adaptados a la estética oscura del juego.

Gráficos y estilo visual

El apartado artístico es una de las grandes virtudes. La paleta mezcla tonos neón con escenarios cargados de sombras y detalles grotescos. Los enemigos recuerdan a versiones corrompidas de personajes de viejos arcades, y el mundo logra transmitir una sensación de decadencia constante. Visualmente tiene ecos de Hollow Knight y Ender Lilies, pero con una identidad más tecnológica y distópica. Eso sí, en algunos momentos la pantalla se llena tanto de efectos que puede resultar un poco caótica.

Sonido y ambientación

La banda sonora mantiene un tono minimalista, combinando melodías de piano con drones electrónicos. Esto refuerza la sensación de estar atrapado en un lugar extraño y peligroso. Los efectos de sonido, por su parte, son precisos y contundentes: cada golpe, esquive o absorción de Puck se siente con peso. Los niveles que homenajean al Pac‑Man clásico incluyen sonidos y pistas retro, agregando un toque nostálgico muy bien logrado.

Duración y rejugabilidad

Terminar la historia principal lleva entre 15 y 20 horas, dependiendo del ritmo de exploración. Pero si querés descubrir todos los secretos, derrotar a los jefes opcionales y desbloquear las mejoras extra, podés superar las 25 horas sin problemas. Además, hay desafíos arcade que funcionan como pruebas de habilidad, ideales para repetir y buscar mejores tiempos.

Dificultad y curva de aprendizaje

La dificultad es exigente pero justa. Los combates contra los G.HOSTs requieren dominar el sistema de esquivas y la gestión de la barra ESP. Los errores se pagan caros y te obligan a volver a los puntos de control, por lo que cada victoria se siente realmente satisfactoria. Sin embargo, las plataformas imprecisas y algunos picos de dificultad pueden desanimar a quienes busquen algo más relajado.

Conclusión de CDF Gaming

Shadow Labyrinth es una propuesta arriesgada que convierte a Pac‑Man en algo que jamás imaginamos: un metroidvania oscuro, exigente y cargado de atmósfera. Tiene momentos brillantes, como los combates contra los G.HOSTs y los niveles que homenajean los laberintos clásicos, pero también sufre por plataformas imprecisas y una narrativa innecesariamente enrevesada. No es un título perfecto ni revolucionario, pero sí uno que se anima a romper moldes y a darle nueva vida a un ícono del gaming. Para los fanáticos del género y de las reinterpretaciones audaces, vale la pena darle una oportunidad.

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