La pesadilla más turbia del año.

La creación de Bandai Namco y Supermassive Games, Little Nightmares III, continúa la oscura y fascinante saga iniciada por Tarsier Studios. Con fecha de lanzamiento para el 9 de octubre y disponible en PlayStation 5, Xbox Series X|S, PC y Nintendo Switch 1 y 2, esta tercera entrega nos invita nuevamente a sumergirnos en un mundo retorcido, de belleza perturbadora y horrores que parecen surgir de lo más profundo de la imaginación infantil. Pero esta vez, lo que deslumbra es la pulida absoluta la cooperación: el miedo ya no se enfrenta solo. Desde CDF Gaming ya lo testeamos y acá te damos nuestra perspectiva.

Una amistad forjada en el terror

La historia gira en torno a Low y Alone, dos niños perdidos en “la Nada”, un universo paralelo donde las reglas del sentido común se desmoronan. Ambos se conocen en plena huida y, sin mucho tiempo para pensar, forjan un lazo que se convierte en su única esperanza de sobrevivir. A diferencia de las entregas anteriores, esta vez no controlamos a un solo personaje —como fue el caso de Six o Mono—, sino que el gameplay se basa en la colaboración entre ambos protagonistas.

Low lleva consigo un arco, mientras que Alone tiene una llave inglesa: herramientas tan simbólicas como útiles. El arco de Low permite activar mecanismos lejanos, cortar cuerdas o incluso enfrentarse a enemigos a distancia, mientras que la llave inglesa de Alone sirve para romper estructuras, manipular engranajes o dar el golpe final a un enemigo aturdido. Esta dualidad no solo introduce variedad en la acción, sino también un interesante componente de estrategia, especialmente cuando jugamos en modo cooperativo online.

Cooperar o morir

Supermassive Games, conocida por Until Dawn y The Quarry, ha volcado su experiencia narrativa y su enfoque en las relaciones entre personajes en esta nueva entrega. Si bien Little Nightmares III puede jugarse completamente en solitario —la inteligencia artificial controla al compañero—, la experiencia gana intensidad cuando se comparte con otra persona. Resolver puzles, empujar objetos, distraer monstruos o cubrir al otro con un disparo de flecha genera una tensión cooperativa constante, donde la coordinación es tan importante como el sigilo.

El diseño de niveles se siente más amplio y vertical que en los títulos previos. Hay más exploración y un ritmo que alterna entre momentos de calma, sigilo y persecuciones frenéticas. Cada área del mundo —desde las ruinas de Necrópolis hasta la siniestra fábrica de dulces o el decadente parque de atracciones— parece contar una historia en silencio, con un trabajo artístico impecable que mezcla lo gótico con lo surrealista.

La Nada sigue viva

Visualmente, Little Nightmares III es una evolución clara. Los escenarios están cargados de detalle y vida, y la iluminación dinámica potencia aún más esa sensación de cuento macabro. Las texturas húmedas, los reflejos en los charcos y la densidad de la niebla construyen un ambiente que por momentos parece respirar. A todo esto se suma un rendimiento en 4K y 60 FPS en consolas de nueva generación y PC, lo que garantiza que la experiencia sea tan fluida como aterradora.

Los monstruos —o “residentes”— son nuevamente los protagonistas del miedo. Cada uno encarna una versión distorsionada de algún concepto infantil: desde la Bebé gigante, que deambula por pasillos ruinosos con pasos que estremecen, hasta los enjambres de gorgojos dulceros, que se lanzan sobre todo lo que huela a vida. Cada enemigo obliga a improvisar, esconderse y adaptarse a su comportamiento, manteniendo la tensión en todo momento.

Cortando el silencio

El apartado sonoro continúa siendo uno de los pilares más sólidos de la saga. No hay una banda sonora constante, sino pequeñas piezas melancólicas que surgen en los momentos precisos, combinadas con un diseño de sonido sobresaliente: chirridos, respiraciones, goteos, pasos lejanos. Todo parece pensado para generar incomodidad. Jugar con auriculares es casi obligatorio, especialmente cuando el silencio se vuelve parte del terror.

Rejugabilidad y expansión

La Deluxe Edition incluye el pase de expansión Los secretos de la Espiral, que agrega dos capítulos adicionales, y un par de atuendos estéticos como los conjuntos del barquero y de los residentes. No solo ofrecen más contenido, sino que amplían el universo narrativo de “la Espiral”, ese eje misterioso que conecta las distintas pesadillas.

A su vez, reservar el juego otorga beneficios interesantes: el Conjunto de Six oscura, un guiño perfecto para los fanáticos de la primera entrega, y una copia gratuita de Little Nightmares Enhanced Edition para revivir el original en 4K y 60 FPS. Un movimiento inteligente por parte de Bandai Namco que reengancha tanto a nuevos jugadores como a los veteranos.

Dificultad y progresión

Little Nightmares III mantiene un equilibrio justo entre exploración, puzles y supervivencia. No es un título difícil en el sentido tradicional, pero sí implacable en su atmósfera: cualquier error puede significar una muerte rápida. La IA aliada responde bien la mayoría del tiempo, aunque algunos momentos exigen precisión y comunicación, especialmente en las secuencias de escape o combate.

La narrativa, por su parte, continúa apostando por la ambigüedad visual. No hay diálogos, ni textos explicativos. Todo se entiende a través de gestos, animaciones y símbolos. Este minimalismo narrativo sigue siendo una de las marcas más poderosas de la saga: el miedo y la ternura se sienten, no se explican.

Conclusión de CDF Gaming

Little Nightmares III es la confirmación de que esta franquicia puede evolucionar sin perder su turbiedad (en el mejor de los sentidos, claro). Supermassive logra mantener la melancolía y el horror visual característico, al tiempo que introduce una mecánica amiguera fresca que redefine la forma de recorrer sus escenarios. Con una ambientación exquisita, sonido envolvente y un equilibrio perfecto entre tensión y ternura, esta entrega promete ser una de las experiencias más intensas y emotivas del próximo año.

Ya sea en solitario o acompañado, escapar de la Nada será un viaje tan perturbador como inolvidable.

Nota del redactor

9/10

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