Una segunda parte digna de llevarse todos los premios del año.

¿Qué hace tan grande a Final Fantasy VII?

Bueno, esto podría ser un apartado exclusivo en nuestro sitio. Podríamos resumir que en el vasto universo de Final Fantasy, una entrega brilla como ninguna otra es la séptima. Desde su lanzamiento en 1997, este juego ha volado miles de pelucas y ha cautivado a millones de gamers en todo el mundo gracias a su historia inolvidable, personajes que hasta -casi- tu abuela puede identificar y mundos fantásticos por los que venderías tu alma con tal de pisarlos alguna vez. 

El remake publicado en varias instancias a partir de 2020, ha sido un punto de inflexión en la industria videojueguil. Personalmente me vuelvo loco cada vez que sale algo vinculado al universo de Tetsuya Nomura, así que acá te dejo nuestras vastas review y notas surgidas desde entonces por si te interesa profundizar alguna en particular. Acá vamos a hablar de Rebirth, la segunda de tres entregas programadas de Final Fantasy VII que ya estuvimos jugando en su versión full.

Un mundo en crisis

La historia de Final Fantasy VII Rebirth se sitúa en el planeta Gaia, donde la corpo Shinra explota la energía vital del planeta, llamada Mako, para alimentar su industria y su ejército. Un grupo de rebeldes ecologistas, llamado Avalanche (¡woohoo!), se opone a Shinra y realiza atentados contra sus reactores.

Al igual que en el remake pasado, volvemos a tomar control del icónico Cloud Strife, un ex soldado de Shinra que se convierte en mercenario y se une a Avalanche por dinero. Junto a él, incursionamos con otros personajes memorables, como Tifa, Aeris, Barret, Red XIII, entre otros, que le ayudarán a descubrir su verdadero pasado y a enfrentarse a la amenaza de Sephiroth, el villano más majestuoso y fachero de la franquicia entera.

Si bien no teníamos tan fresca la obra de 1997, sí podemos dar fe que la trama de Final Fantasy VII Rebirth es fiel a la original, pero con algunos ligeros cambios y ampliaciones que le dan más profundidad y -sobre todo- coherencia. Por ejemplo, se introducen nuevos personajes, como los miembros de SOLDADO, que tienen un papel más relevante en la historia. También se exploran más los orígenes de algunos otros jóvenes como Aeris, que tiene una conexión especial con el planeta. Esta segunda parte de la trilogía (sin contar Crisis Core) también tiene un ritmo más dinámico y equilibrado, que alterna momentos de acción, exploración, diálogo, humor y muchos gatos.

Lo más lindo que hemos visto en mucho tiempo

No hace falta ser un experto para darse cuenta que uno de los aspectos más impresionantes de Rebirth es su apartado gráfico, que le saca hasta la última gota de jugo a nuestra querida PlayStation 5. La nobleza de mezclar animé con cinemáticas que se acercan al hiperrealismo sigue siendo un espectáculo visual y Square Enix es consciente de ello. 

Los personajes tienen un diseño y una expresión facial muy cuidada, mientras que los exteriores e interiores de los escenarios donde paseamos son enormes y variados, que pasan por las calles y los suburbios de Ciudad Olvidada, Midgar, Kalm, hasta las instalaciones y los laboratorios de Shinra. Otro punto que nos hace sacar el sombrero es con su impoluta banda sonora, que graba nuevamente las melodías del original con nuevos arreglos y un toque orquestal moderno que le sienta perfectamente. 

Gameplay tradicional con tintes innovadores

El sistema de combate vuelve a utilizar acertadamente las configuraciones de VII Remake, pero añade algunas variantes muy copadas. Quizás fue percepción mía, pero todo indicaría que esa sensación de “combate en tiempo real” ahora es un poco más activa, por ejemplo se implementa el parry de forma más agresiva y el control sobre los personajes de la party me resultó más cómodo y libre. También prevalece el modo de pelea táctica, que ralentiza el tiempo y permite acceder a un menú con opciones más avanzadas, como usar habilidades, magias, objetos e invocaciones.

Al igual que el original y los antecesores, este título tiene un sistema de progresión JRPG que permite personalizar a los integrantes de tu squad con distintos tipos de armas, accesorios y materias. Las armas tienen habilidades únicas que se pueden aprender y mejorar. Los accesorios otorgan beneficios adicionales, como aumentar la defensa o la resistencia. Las materias son unas esferas que contienen la energía del planeta, y que permiten usar magias, invocaciones y otras habilidades especiales.

Los minijuegos son otro valor agregado sobresaliente, en donde realmente querrás pasarte más de dos veces como mínimo probando cada uno de ellos porque son ciertamente muy divertidos. Tenés desde carreras de Chocobos, hasta una suerte de Rocket League, desafíos de cartas coleccionables y múltiples etcéteras (sí, son muchísimos y uno mejor que otro). 

Conclusión de CDF Gaming

Final Fantasy VII Rebirth es, sin duda alguna, una joya digital que no podés dejar pasar. Si te gustó VII Remake o simplemente querés ponerte una espada en tu lomo y matar bichos, esta obra cumplirá con creces. No te preocupes si no jugaste el anterior, acá te van a hacer un recap que te introduce un poco en la historia. Aunque, obviamente, si no jugaste al primero de esta triple entrega te recomendamos hacerlo porque es otro tanque con el que Square Enix nos ha deleitado. 

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