Una descarga de adrenalina cyborg: cuando correr, reventar robots y sentirte parte de un parque vertical futurista te resultan tan satisfactorios como frustrantes.


Introducción

METAL EDEN llegó el 2 de septiembre de 2025, desarrollado por Reikon Games (los de Ruiner) y publicado por Deep Silver. Está disponible para PC (Windows), PlayStation 5 y Xbox Series X|S. Se trata de un shooter en primera persona de ciencia‑ficción con fuertes componentes de movilidad avanzada, combate dinámico y un diseño visual cargado de influencias distópicas y tecnológicas.


Historia

En METAL EDEN asumís el rol de Aska, una Hyper Unit, un androide avanzado enviado en lo que se presume una misión suicida hacia la ciudad orbital de Moebius. Lo que en algún momento fue un esperanzador nuevo hogar para la humanidad, ahora está convertido en una trampa mortal: humanos cuya conciencia fue digitalizada han sido almacenados en unos artefactos llamados Cores, esperando quizás un futuro cuerpo; pero algo salió muy mal. Moebius está bajo el control de Inteligencias Artificiales hostiles y una facción misteriosa conocida como los Engineers, que protegen estructuras letales, maquinaria y sistemas defensivos automatizados.

A medida que avanzás, emergen preguntas sobre qué pasó realmente con Aska, los Cores, y lo que implica ser “protector” o “arma”—una narrativa que mezcla el posthumano, la IA, la pérdida de lo humano, y la esperanza del rescate.

El tono es oscuro, imponente, con estética brutalista, muy cyberpunk, donde cada torre, cada pasillo metálico, cada neón, refuerza la sensación de una humanidad fragmentada y cicatrices tecnológicas. No es una historia que busque suavizar: hay momentos filosóficos, metáforas de cuerpo‑máquina, de lo virtual y lo real, pero también se apoya fuerte en la acción como motor narrativo. Hay flashbacks, monólogos del narrador (una IA llamada Nexus) que intentan explicar el estado de las cosas, aunque no siempre logran que todo quede perfectamente claro.


Gameplay

Si te gusta moverte rápido, esquivar balas y saltar de pared en pared, METAL EDEN te va a dar lo que buscás. La movilidad es uno de sus pilares: tenés wall‑running, grappling hooks, dashes en el aire, jetpack, y también una transformación especial (“Ball Mode”) que desbloqueás más adelante, lo que añade otra dimensión a cómo explorar el entorno y al combate.

En combate, lo más distintivo es la mecánica de core‑ripping: podés sacarle el Core a un robot, lo que te da beneficios (como un super golpe que destruye escudos, mejorar tu salud, etc.), o hasta tirarlo como proyectil para infligir daño. También hay variedad de armas, cada una con fuego primario y secundario, que te obliga a elegir bien según contexto.

Los niveles tienen un diseño que mezcla lo lineal con arenas de combate: algunas áreas te exigen atravesar escenarios verticales, sortear obstáculos, usar la movilidad al máximo, mientras que otras te obligan a enfrentamientos intensos por oleadas. Eso hace que el ritmo sea fluctuante: pasás de momentos de exploración / parkour a momentos de shoot’em up puro.

Donde empieza a mostrar fisuras es en la repetición. Aunque los combates funcionan, algunas veces se sienten demasiado similares, con patrones que se repiten. También es exigente: la dificultad puede ser bastante alta si querés hacerlo todo “bien”, lo que es parte de su encanto, pero puede cansar.


Gráficos y sonido

Visualmente deja muy buena impresión. El estilo arquitectónico brutalista de Moebius, las estructuras metálicas, los contrastes entre luces neón y sombras, los escenarios verticales imponentes, todo está cuidado. Las texturas, la iluminación, los efectos de partículas, los reflejos, ayudan a crear una atmósfera que combina lo opresivo con lo futurista esperanzado (o lo que queda de esperanza).

En cuanto al sonido, la música acompaña: pistas que refuerzan los momentos frenéticos, los enfrentamientos; los efectos (explosiones, armas, movimientos) suenan bien, contundentes. A veces la narrativa, los diálogos o los monólogos de la IA están cargados, y eso suma o resta dependiendo de lo que busques: si te engancha la lore, lo vas a disfrutar; si preferís acción directa, puede sentirse que algunas voces se interponen. También hay algunos fallos técnicos menores en ciertas plataformas: caída de fps, popping de texturas, errores menores de sincronización, aunque nada que rompa completamente la experiencia.


Rejugabilidad y dificultad

La campaña no es interminable: dura lo suficiente para sacarte el jugo si te interesan los desafíos, explorar cada área, mejorar tus habilidades y armas. Para el que solo quiera terminarla, puede que no lleve tanto tiempo, pero para quienes buscan maquetear builds, mejorar armas, rejugar niveles para perfeccionar tiempos, logros o simplemente para volver a sentir la adrenalina, hay incentivos claros.

Sobre dificultad, se nota que hay opciones que permiten moderar la experiencia: podés ajustar para que no sea una tortura, aunque los modos más altos son duros. En esos modos se exige precisión, buen manejo de movilidad, calcular cuándo usar el Core, manejar bien el espacio para no quedarte rodeado.

Quizás lo que más le falta es algo como un New Game+ robusto o modos adicionales que cambien radicalmente la experiencia. Muchos jugadores esperaban más diversidad en los desafíos al volver a jugar los niveles, o mayor variación de enemigos y arenas para mantener la frescura más allá de la primera pasada.


Conclusión de CDF Gaming

METAL EDEN acierta con creces cuando se propone ser un territorio de velocidad, furia mecánica y estética distópica: la sensación de moverte como un androide hiperpotenciado por corredores imposibles, jugar con los enemigos, extraer Cores, sacrificar movilidad táctica para infligir daño o evadirlo, todo eso tiene momentos brillantes. Son esos momentos los que te hacen querer exprimirlo, recorrer cada pasillo, perfeccionar tu build, superar cada combate con estilo.

Sin embargo, también exhibe debilidades que no se pueden ignorar: la repetición de ciertos patrones de combate, la narrativa críptica que a veces se alarga demasiado, los altibajos técnicos menores, y la sensación de que después de la primera corrida la motivación para volver aparece pero no se sostiene con todos los recursos que podría tener.

Para quienes aman los FPS vertiginosos, los parkour futuristas, desafiar su reflejo y técnica, METAL EDEN será una experiencia satisfactoria, emocionante y con personalidad. No es perfecto, no redefine el género, pero lo eleva con estilo y se corona como uno de los mejores exponentes recientes de shooters que combinan movilidad, diseño visual potente y mecánicas frescas.


Nota de redactor

7.5/10

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