Bienvenidos a un futuro distópico casi profético

La desarrolladora Nightdive Studios y Prime Matter hacen llegar al mercado con trompetas y fanfarrias un esperado remake de una joya del pasado adelantada a su época: System Shock. El título se publicará el 30 de mayo del presente año para la plataforma PC Windows, con planificación futura de lanzarlo en PS4/5 y Xbox Series X/S.

La «genial» idea de depender de una IA

El juego nos lleva a un futuro distópico en el año 2072 donde la tecnología ya ha pasado a formar parte de nuestro cuerpo, las megacorporaciones han llevado a la humanidad al espacio, pero asimismo habiendo amasado el suficiente poder para manipular a voluntad a la sociedad.

El título nos encarna en un hacker de seguridad sin nombre quien intenta robar un prototipo de implante neural de una de estas megacorporaciones llamada TriOptimum, pero es atrapado en su intento por las fuerzas de seguridad de la misma. Acto seguido nos despertamos en La Ciudadela, una estación espacial gigante perteneciente a dicha corporación, en donde uno de sus Ejecutivos, Edward Diego, nos ofrece un trato implantándonos ese prototipo neural que intentábamos robar a cambio de hacerle unas pequeñas magias de hacker a la Inteligencia Artificial, SHODAN, que controla la estación entera.

Luego de 6 meses tras el trasplante, el hacker se despierta en la misma estación revolucionada en donde (para sorpresa de nadie) la IA se vuelve loca y empieza a matar o convertir en cyborgs o mutantes a la tripulación. El protagonista deberá atravesar entonces una odisea de sangre, tripas, mutantes y puzles para sobrevivir y derrotar a una SHODAN que intentará matarnos a cada paso que demos.

Una intrincada aventura ciberpunk

System Shock es un juego de disparos en primera persona de acción-aventura con un alto grado de complejidad e interacción ambiental, en donde se dispondrán de una multiplicidad de objetos y mecanismos futuristas cibernéticos para hacer frente a la dificultosa misión de atravesar la Ciudadela sin morir.

El jugador avanzará a través de un complicado sistema multinivel representado por cada piso o sector de la estación espacial en donde irá descubriendo la trama a través de la obtención de correos electrónicos o grabaciones de voz desperdigada por los mapas o dentro de cadáveres. Lo interesante de esto último es que dentro algunos también se encuentran pistas que ayudarán al protagonista a resolver los diversos puzzles que implican en ciertos casos recordar códigos, hallar formas de desactivar la seguridad o, en muchos casos, atravesar la estación de cabo a rabo para activar esa palanca que parecía de adorno.

El hacker dispondrá de una selección de hasta 16 armas, contando entre ellas de energía, físicas o explosivas, que asimismo tendrán diversos tipos de munición y efectos que supondrán una ventaja al explotar los puntos débiles de los enemigos. Otra herramienta que se dispone son los diversos ítems como equipos de primeros auxilios o parches intradérmicos que nos darán un pequeño shot de salud, mejorarán nuestros reflejos, resistencia o daño. Por otro lado, contaremos con un sistema inmersivo de HUD, en donde el mismo será el mismo dispositivo neural que la corporación nos ha implantado, pudiendo ir agregándole diversas piezas de hardware como escudos de energía, selección de enemigos o unas mega botas para convertirnos en un Sonic cibernético.

Uno de los puntos fuertes del juego es su sistema de interacción ambiental, en el que desde el punto de vista de la mira se interactúa con diversos elementos del escenario como botones, palancas, objetos y engranajes, sin romper la continuidad de la experiencia. Por otro lado, el inventario es similar a juegos como Resident Evil o Ultima, en donde deberemos jugar al tetris para poder hacer encajar todo el loot que obtengamos. Otro sistema llamativo es la posibilidad de poder “reciclar” en ciertos puntos algunos objetos a cambio de “créditos” que nos permitirán comprar ciertas mejoras o municiones en puntos específicos de los mapas.

Una estética ciberpunk lograda y brillante, literalmente

La atmósfera está sumamente bien lograda, siendo sumamente fiel a la obra original de los ’90 de la cual parte, haciéndonos recordar obras maestras de la época como Doom o Quake: Hay computadoras, mecanismos, pantallas y objetos cibernéticos por doquier. Si bien es sabido que el estilo ciberpunk es llamativo, con luces de neón y brillos extraños, el título tiene tal vez una carga excesiva de los mismos, resultando en piso y paredes emitiendo continuamente destellos que tal vez cargan demasiado el ambiente por momentos.

El estilo gráfico es muy satisfactorio, variando desde gráficos y texturas de alta fidelidad a detalles de objetos pixelados, representando una fusión perfecta entre lo viejo y lo nuevo, haciendo honor a su antepasado sin olvidar las raíces, pero al mismo tiempo llevándolo al máximo grado de expresión tecnológica, resultando en una experiencia altamente inmersiva y apasionante.

Sin embargo, no todo es oro: hay algunas fallas de implementación y optimización del juego, que resulta en tirones o bajones de FPS en ciertos escenarios, glitches y errores de colisiones en los cuerpos de los enemigos. Lo positivo de ello es que es perfectamente solucionable con parches que seguramente implementarán los de Nightdive Studios en un futuro no muy lejano.

Más allá de ello, el juego es altamente disfrutable y puede ajustarse a cualquier jugador, tanto hardcore como casual. Recomendadísimo.

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