Un oscuro susurro entre las ramas.

Introducción con raíces oscuras
Mandragora: Whispers of the Witch Tree es una aventura oscura de acción y rol desarrollada por Primal Game Studio, un estudio independiente con sede en Budapest. El juego fue lanzado el 17 de abril de 2025 para PC, PlayStation 5, Xbox Series X|S y Nintendo Switch. Este tanquecito se presenta como una fusión entre los elementos narrativos de un metroidvania y la crudeza de los soulslike, todo envuelto en una atmósfera lúgubre que evoca a lo mejor del gótico europeo. Desde sus primeros tráilers, Mandragora prometía sumergirnos en un mundo plagado de magia corrupta, secretos olvidados y decisiones difíciles. Y no decepciona.

Una historia embrujada por el folclore
La narrativa gira en torno a una tierra condenada, Faelduum, asolada por una entidad conocida como el Árbol de la Bruja. Este ser, enraizado en antiguas maldiciones y pactos rotos, desata su influencia oscura sobre todo el territorio. Nosotros encarnamos a un Heraldo, un ser elegido por la propia Mandrágora (la planta, en este universo, tiene un profundo significado espiritual), cuya misión es purgar la corrupción del árbol y descubrir la verdad detrás de su poder.

La historia se despliega a través de diálogos crípticos, libros antiguos, monólogos internos y encuentros con personajes secundarios profundamente perturbados. Hay múltiples finales dependiendo de nuestras decisiones, y cada elección parece realmente pesar sobre el mundo y sus habitantes. Lo narrativo no es lineal, sino que se va ramificando como las raíces del mismo árbol maldito.

Jugabilidad
En términos de gameplay, Mandragora se siente como una mezcla entre Hollow Knight y Salt and Sanctuary, con un sistema de combate deliberado y castigador, donde cada golpe recibido puede ser letal. Disponemos de clases personalizables —Vidente, Caballero Umbrío, Invocador de Cenizas, entre otros—, cada una con habilidades únicas que podemos ir mejorando mediante un árbol de talentos muy bien diseñado. El sistema de magia está intrínsecamente ligado al entorno: hay que absorber energía de ciertos nodos naturales o enemigos para poder utilizar hechizos, lo que nos obliga a ser estratégicos.

Explorar Faelduum no es tarea fácil. Hay backtracking constante, atajos escondidos, secretos que requieren combinar habilidades o conocer tradiciones antiguas. La dificultad es alta, pero justa. Cada enemigo tiene patrones claros, aunque crueles, y los jefes son verdaderas pruebas de paciencia y habilidad. Una mecánica muy interesante es la «Aflicción», una barra que se llena al entrar en contacto con zonas malditas o leer ciertos textos, y que nos va afectando con visiones, cambios de entorno y hasta diálogos distorsionados.

Estética y sonido de ultratumba
Visualmente, Mandragora es una delicia gótica. El arte 2.5D combina fondos pintados a mano con modelos 3D sutilmente animados, lo que genera una sensación de profundidad melancólica. Las ciudades en ruinas, los bosques retorcidos y las criptas inundadas están llenos de detalles espeluznantes y vida (o muerte) propia. Los colores oscilan entre grises apagados y verdes enfermizos, con toques de carmesí en momentos clave, lo cual subraya el tono macabro del juego.

El apartado sonoro es otra joya. La música, compuesta por Thomas Glint, mezcla instrumentos clásicos con sintetizadores atmosféricos. Cada zona tiene su tema, algunos casi susurrantes, otros con coros fúnebres que parecen salidos de una misa de difuntos. Los efectos sonoros están cargados de personalidad: cada criatura tiene un gruñido distintivo, y el susurro del Árbol de la Bruja nos acompaña casi constantemente, como una presencia que observa desde las sombras.

Rejugabilidad, dificultad y decisiones
La rejugabilidad es altísima. No solo por los múltiples finales, sino porque dependiendo de nuestra clase inicial y las decisiones que tomemos, accedemos o no a ciertas áreas y eventos. Además, hay rutas alternativas que solo pueden descubrirse tras conseguir ciertos objetos que no están disponibles en una primera partida.

La dificultad, como se mencionó, es elevada, pero invita a mejorar. Morir es parte del proceso, y cada muerte enseña algo nuevo. Hay un modo más accesible para quienes solo buscan la historia, aunque aún en ese nivel, el juego sigue presentando ciertos retos.

Conclusión de CDF Gaming
Mandragora: Whispers of the Witch Tree no es un juego para cualquiera, y eso es parte de su encanto. Se niega a tomarte de la mano, pero te recompensa con un mundo rico, perturbador y lleno de secretos. Es un viaje a través de lo oculto, donde cada elección importa y cada combate te deja marcas. Para los fanáticos del género y quienes buscan algo más que un simple juego de acción, Mandragora ofrece una experiencia profunda, evocadora y memorable.

Nota del redactor

9/10

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