Un hermoso ejemplo de que el talento indie y argentino pisan con fuerza

RE:CALL es un título desarrollado por maitan69 y publicado por Whitethorn Games estrenado el pasado 17 de enero, y viene a apostar por entregarnos una agradable y placentera experiencia que impulse la maravillosa oleada indie.

Esta obra está disponible para las consolas PC Windows (Steam), Nintendo Switch y Xbox One en idiomas inglés y español (argentinizado). La siguiente review fue realizada en base a un código de prensa.

Investigación, misterio y autosuperación entre pixeles

RE:CALL es un juego de estilo aventura narrativa bastante curioso, que mezcla diversos ingredientes como resolución de puzzles, point-and-click, trabajo de detectives y viajes en el tiempo, siendo su aplicación muy creativa.

En la aventura tomaremos control de Bruno Gallaher, un joven adulto con sobrepeso que arrastra una autoestima muy dañada y se ve atormentado por su dificultoso trayecto social en el colegio. Tras unos minutos de juego damos cuenta de que el personaje es consciente de que «es controlado» o incentivado por una extraña presencia… como un fantasma, que en realidad refiere a nosotros como usuario, rompiendo de forma sutil y no agresiva la cuarta pared.

Tras una serie de eventos desafortunados, Bruno es testigo directo de un asesinato cometido por un extraño personaje con curiosos poderes, lo cual inicia un interrogatorio por parte de la policía, en el que debemos recordar los hechos ocurridos. Aquí es donde inicia el plato fuerte, ya que se pueden moldear los recuerdos con detalles aparentemente insignificantes que modifican el presente de forma insospechada, lo cual permite agregar personajes, obtener información y determinar incluso la vida de alguien.

Cambiar la perspectiva dobla la realidad

El jugador tendrá como principales herramientas a la interacción con el mundo y los personajes, debiendo prestar especial atención a los diálogos que ayudarán no solo a entender mejor la situación, sino a deducir poco a poco la resolución de los diversos acertijos.

Las mecánicas del juego explotan hasta no más dar la capacidad de moldear la narrativa de una historia, como por ejemplo desvanecer el arma de un guardia tras recordar que en realidad uno la tenía, hacer que todos crean que conocen a alguien que inventamos, entre otras cosas. Esto es el secreto de poder resolver situaciones aparentemente imposibles y superar obstáculos tocando las cosas de aquí a allá casi con inocencia, al mejor estilo efecto mariposa.

Esta entrega se divide en siete capítulos en donde acompañaremos (o controlaremos mejor dicho) el joven protagonista en esta loca historia donde se mezclan conceptos filosóficos existencialistas, física cuántica, teoría del caos y la causalidad sumándole una historia muy bien escrita, emocional y apasionante, llena de plot twists en donde el personaje irá aprendiendo aspectos de sí mismo al mismo tiempo que trata de resolver el lio en que se ha convertido su vida.

El cariño por sobre todas las cosas

El diseño de mundo está realizado en una estética pixel art con vistas top-down, como los videojuegos de aventuras de antaño, primando el dinamismo y las suaves transiciones entre mapas, diálogos y acciones. Pero no todo queda en este rendidor estilo, sino que la personalidad y las emociones de los personajes pasan por imágenes semi animadas que solo aparecen en los diálogos, lo que da un grado adicional de profundidad al mundo.

Adicionalmente el componente auditivo se nota que fue tomado con mucho cuidado, incorporando piezas musicales muy pulidas y diseñando temas particulares para personajes relevantes, sumando el detalle de que las voces de los mismos están representadas por «beeps» que suenan a medida que las letras aparecen en los cuadros con tonos únicos para cada persona, al mejor estilo de juegos como Undertale.

Hay particularidades y referencias por doquier del mundo de los videojuegos y la música que llenan de espíritu al título, dejando claro el grado de esfuerzo y cariño con el que fue realizado el juego, desarrollado no solo con la cabeza sino también con el corazón. ¡Realmente recomendable!

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