SIFU | REVIEW
El mejor título de artes marciales a la fecha.
La empresa Sloclap es la responsable de una entrega que generará probablemente un gran impacto en el género de videojuegos de acción con su nuevo título SIFU, el cual verá la luz en tiendas digitales a partir del 8 de febrero, disponible para PC Windows y Playstation 4/5. La presente review fue realizada gracias a una versión de prensa obtenida por gentileza de la desarrolladora en una computadora de gama media.
La venganza se sirve en plato frio
La historia se desarrolla en tiempos contemporáneos en una ciudad ficticia de China, hogar del kung-fu y de maestros con esplendidas barbas, en donde se sucede una cruenta guerra para obtener el poder y el control del mundo marcial. Como toda buena narración, todo parte de un relato de pérdidas, venganza y redención en donde se recorrerá el camino de la paliza para hallar la paz que tanto se anhela.
El jugador encarnará la figura de un anónimo artista marcial de 20 años que deberá dar caza y muerte a los enemigos que corrompen su ciudad natal y realizaron un gran daño a su familia, quien deberá invertir sabiamente los restantes años que quedan de su vida persiguiendo el único objetivo de la retaliación, puliendo sus habilidades en la lucha y convertirse en el Sifú que está destinado a ser.
Rompe el ciclo con la voluntad de tu joystick
SIFU es un juego de acción y pelea en tercera persona single-player con un interesante y complejo, pero intuitivo sistema de habilidades, en donde el jugador deberá fallar una y otra vez hasta dominar el equilibrio entre ataque y defensa, pero abriendo las posibilidades de realizar diversas estrategias para derrotar a oleadas de enemigos. Durante el desarrollo de los escenarios se podrá disponer no solo de combos con palanquitas y botones, sino practicar lanzamientos, agarres, contra ataques y utilizar elementos del entorno como un arma.
El sistema de pelea y movimiento es altamente dinámico y fluido, en donde los desarrolladores claramente demuestran su intención de recrear como sería en realidad una pelea marcial realista… ¿Rodeado de enemigos esperando el honor del 1 contra 1? Ni lo sueñes, probablemente te lo recuerden con una patada voladora desde atrás. Si bien los tipos de ataque son básicos en el control, la combinación de ellos será importante, con diversos efectos en los enemigos. Estos serán desbloqueables mediante puntos de experiencia que podrán ser invertidos tras cada derrota o en altares repartidos por los mapas.
En cuanto a la lógica de progresión, el personaje se halla atrapado en un ciclo sin fin, en donde cada derrota implicará invertir años de vida (visible el avance y desgaste físico con la edad) hasta reencarnar mediante el poder de un talismán, pero con la dificultad de que cada vez que mordamos el polvo el contador de años se incrementará a modo de penalización, generando un envejecimiento exponencial que resultara en mayor capacidad de daño, pero menor salid… así que se deberá ser muy cuidadoso de elegir seguir adelante o reiniciar el ciclo ya que no habrá vuelta atrás a lo largo de la misión. A propósito de ello, el juego cuenta con 5 niveles en donde se deberá derrotar oleadas de secuaces de distinta fuerza hasta enfrentar a los distintos jefes de la organización criminal hasta llegar al CEO, culpable de nuestra desgracia.
El lado artístico de lo marcial
Pero la desarrolladora no se queda solo con la dulce acción, sino que en cuanto al apartado gráfico innova y sobresale en su producción, tanto en la fluidez de movimientos, iluminación, expresiones faciales y corporales de todos los personajes, diseño de escenarios y más. El detalle con el que se maneja el juego puede considerarse como soberbio, pudiéndose apreciar la estética que pretende asimilar al mundo como una pintura plasmada en un lienzo, una banda sonora altamente inmersiva y unos movimientos bellamente coreografiados. Todo ello podrá ser perfectamente accesible y fotografiable desde el modo foto que ofrece la entrega, dando amplia libertad para observar y capturar momentos inolvidables.
En cuanto a la forma en que se realizaron los movimientos de pelea, es loable que los creadores hayan invertido su tiempo y esfuerzo en ello, ya que cada movimiento y cada toma es sacada de la realidad mediante la tecnología de captura de movimiento de un maestro de Pak Mei llamado Benjamin Colussi, quien prestó los movimientos con el que se moverán los distintos personajes, haciendo que el juego no tenga habilidades genéricas, sino sacadas del corazón mismo del Kung-Fu. En lo que respecta al apartado sonoro, el juego cuenta con la producción de un compositor de Beijing llamado Howie Lee, quien mezcla el estilo de música tradicional china con beats de electrónica que le dan al título una aceleración a sexta marcha.
En resumen, el juego es muy divertido y con una curva de aprendizaje bastante interesante, dado que el sistema de progresión hace que el jugador crezca con el personaje en cuanto a habilidades y que cada una de ellas es relevante, dificultosa de acceder y de aprender. Se recomienda jugarlo con joystick, paciencia y perseverancia (¿este será el Dark Souls de los juegos de pelea?)