A siete años del lanzamiento original, Techland desplegó todos sus cañones en una correcta secuela.

Dying Light 2: Stay Human estará disponible desde el 4 de febrero de 2022 en PC, PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series, y desde CDF Gaming pudimos jugar en una versión previa para la prensa. En este análisis te contamos nuestra experiencia en detalle.

Es innegable que Dying Light marcó un hito en el 2015. Si bien los zombis han sido un recurso exprimido a más no poder en la industria del entretenimiento, ya sea en películas, series de TV y videojuegos, entre otros; el estudio Techland supo hacer la diferencia con su maravilloso ingenio creativo. Durante todos estos años desde el lanzamiento original, la empresa propietaria de la IP se dedicó a darle el mejor servicio a sus usuarios, desde corrección de bugs en plazos muy cortos 一casi inmediatos一, hasta generación de muchísimos DLCs que ampliaban el universo gamificado. Todo esto y más fue premiado por la comunidad y es esa la razón por la que su audiencia es tan leal. 

La vida de Dying Light 2 está basada en tres pilares: zombis, parkour e inagotable contenido:

La historia nos sitúa un par de años después de los acontecimientos de la obra inicial, es decir, en un mundo plagado de infectados que imposibilitan convivir en una sociedad normal. ¿A qué se debe esto si en Dying Light parecía haberse resuelto a través de las vacunas? Bueno, la respuesta es: la curiosidad humana. Aparentemente, un grupo de investigadores quiso indagar sobre las características del fenómeno que contagió al mundo y en un mal manejo de las sustancias se produjo una mutación que hizo recobrar las fuerzas del virus e incluso hacerlo más agresivo. 

La aventura nos pone en la piel de Aiden, un peregrino que se dedica a pasar el tiempo por fuera de las zonas seguras y se enfoca en lootear los alrededores de la ciudad para llevar recursos a las comunidades sobrevivientes. En paralelo, este personaje buscará a su hermana perdida, a quien no ve desde niño ya que fueron separados por un equipo de científicos. 

La toma de decisiones tiene un rol crucial en Dying Light 2 y toca los puntos morales más delicados del jugador. La comunidad está dividida en dos facciones principales. La primera son los «Pacificadores», conocidos por ser un grupo paramilitar que tiene el objetivo de preservar una sociedad lo más tradicional posible; esto implica muchas reglas rígidas, pero eficientes. La segunda son los «Supervivientes», definidos por sobrevivir con sus propios medios (léase: pocos recursos vitales) de manera independiente. Durante la historia principal conoceremos a ambos grupos, sus intereses y motivaciones.

La ciudad es gigantesca y está plagada de cosas para hacer por fuera del arco principal: desde hacer favores a individuos, rescatar personas y asegurar áreas hostiles, hasta derrotar a algunos bosses

Definitivamente lo grandioso de este juego es lo dinámico que resulta el parkour. Posiblemente el gameplay sea una de las mejores cuestiones del juego como obra integral. Podés subirte a absolutamente todo, correr y trepar sin cesar. Sin embargo, esto no está hecho porque sí, sino que es la mejor forma de traducir las mecánicas de persecusión que se generan a lo largo y ancho de Dying Light 2. Al igual que la entrega pasada, los Howlers serán unos enemigos especiales que atraerán a hordas interminables de zombis, quienes te perseguirán por largos ratos. 

Los combates son frenéticos y el sistema de progresión está muy bien adecuado a las necesidades del jugador. Quienes sean veteranos de la saga, se sentirán muy a gusto con respecto a las mejoras implementadas, debido a que Techland trabajó con cada eslabón por separado para optimizarlo. 

En esta ocasión, el ciclo de día y noche prevalece al igual que en Dying Light, pero el protagonista corre el riesgo de transformarse en infectado si pasa demasiado tiempo a la intemperie oscura. Es por eso que deben realizarse viajes más estratégicos al peregrinar por la ciudad. 

Desde CDF Gaming tuvimos la posibilidad de acceder al juego en su versión de PC y, para ser honestos, la optimización técnica todavía tiene algunos puntos por mejorar. No estamos hablando de un desastre técnico, pero sí hay muchos bugs. Estas imperfecciones están dadas en lo visual, caídas insólitas, lugares donde te atascás y crasheos inesperados (incluso jugando en una computadora de gama alta). Por supuesto que en el día uno los desarrolladores lanzarán un parche que espera corregir todos los puntos de dolor. 

En conclusión, Techland hizo una muy buena labor con Dying Light 2: Stay Human. Sin entrar en detalle de las 500 horas que promete el estudio creador, sin dudas se les asegura a los gamers un largo rato de desmembramiento de zombies y exploración. Es un videojuego que cumplió con nuestras expectativas y estamos ansiosos de probar todos los nuevos anexos de contenido futuros.

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